Page 27 - Revista Yucatán Enero 2020
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ENERO /2020
Tame Impala
Al mismo tiempo, en los espacios más recónditos del Internet, se ges- taron experimentos sonoros que no podrían haber existido ni en las pesa- dillas más oscuras de los “boomers”. Tal es el caso de la banda norteame- ricana Death Grips, un grupo cuya música desafía a la categorización y que tras el éxito de su primer álbum Exmilitary en 2011, lograron firmar un contrato con Epic, una de las disque- ras más grandes del mundo, mismo que violaron un par de años después al sacar su tercer disco gratuitamente sin el consentimiento de la disquera (su presencia en la legión de aficio- nados de la música en Internet podría considerarse un meme por sí sólo).
La década también vio revivir a la Psicodelia con bandas como Tame Impala y Unknown Mortal Orchestra, que retomaron los sonidos de los 60’s y 70’s con una producción más mo- derna y con temas líricos más acordes a la situación actual. El canadiense Mac DeMarco creó una versión más relajada y melancólica de Rock que prácticamente generó una nueva co- rriente adoptada por miles de artistas alrededor del mundo. La nostalgia ochentera también se hizo notar de diversas formas, principalmente con el surgimiento de las corrientes de
Rosalía
Synthwave y Vaporwave, que retoma- ron sonidos de esa década y los re- contextualizaron a la posmodernidad.
La música Pop también vio nacer a ídolos que destacaron por la excentri- cidad de su música y su afinidad por la moda alternativa. Al principio de la década conocimos a Grimes, can- tante y productora canadiense cuya aguda voz y etérea producción cauti- varon desde los oyentes más casuales hasta los aficionados más conocedo- res. Cabe mencionar que en el mains- tream artistas como Beyonce, Taylor Swift, Rihanna y Ariana Grande goza- ron de éxito comercial y aclamación de la crítica con materiales discográ- ficos de gran accesibilidad pero con una atención del detalle en el estilo de producción y con una temática líri- ca más compleja y madura que la que usualmente se asocia con el género. Sin embargo, la década cerró con dos de las más grandes revelaciones del Pop: Rosalía y Billie Eilish. En su disco El Mal Querer, Rosalía abordó temas como el empoderamiento femenino y las relaciones tóxicas y opresivas a través de una narrativa basada en un antiguo relato gitano, presentado en una propuesta musical que combinó Flamenco, Trap y R&B de una manera impecable y sin precedentes. Por su
Ariana Grande
parte, Billie Eilish se convirtió en un ícono mundial de la noche a la ma- ñana gracias a su estilo íntimo, mini- malista y ligeramente oscuro de Pop, producido en su totalidad por su her- mano Finneas. Su álbum del año pa- sado When We All Fall Asleep, Where Do We Go? adoptó sonidos y técnicas vanguardistas de música electrónica y llevó dichos timbres a un contexto completamente Pop, con grandes y efectivos resultados.
Apenas estamos rasgando la su- perficie del paradigma actual de la música y aun así no es posible hablar a detalle de todos los artistas que merecidamente saltaron a los ojos del público, sea a escala masiva o dentro de un más reducido y exigente gre- mio. Lo cierto es que la cantidad de música existente sigue incrementan- do de manera exponencial y si bien eso ocasiona que cada vez sea más difícil encontrar gemas dentro de mi- llones de toneladas de tierra, el brillo de esa gema justifica cualquier tiem- po invertido en la búsqueda.
*Productor y compositor, Licen- ciado en Artes Musicales de la ESAY. Actualmente estudia un posgrado en la Vancouver Academy of Music.
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