Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Entre tiburones: Una aventura inolvidable bajo el agua

Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Entre tiburones: Una aventura inolvidable bajo el agua

Por María Isabel Juárez

Colombiano de nacimiento, mexicano de corazón y yucateco por elección, Arturo Sánchez nos comparte una experiencia que combina adrenalina, serenidad y una buena dosis de conexión con la naturaleza: el buceo con tiburones.

Durante su 13º aniversario de matrimonio, Arturo vivió una de las aventuras más emocionantes de su vida en Playa del Carmen donde, sin dudarlo, se inscribió en un tour para bucear con estas impresionantes criaturas: Ese día había siete tiburones toro, el más pequeño medía unos dos metros de largo. Verlos en su hábitat natural, tan relajados y majestuosos, fue algo que nunca olvidaré, cuenta emocionado.

Aunque para muchos esta experiencia podría parecer intimidante, Arturo lo describe como una oportunidad única de romper estigmas: Todo mundo piensa que bucear con tiburones es peligroso, pero las estadísticas demuestran que los ataques son mínimos. Es más probable sufrir un accidente montando a caballo que ser atacado por un tiburón, añade.

Durante el buceo, Arturo nunca se sintió en riesgo y este encuentro fue más que una simple actividad turística, fue un recordatorio de la importancia de respetar y conservar a estas criaturas esenciales para el equilibrio marino.

Pero el amor de Arturo por el buceo no comenzó con tiburones; su viaje en este deporte acuático empezó hace dos años, cuando realizó su primer “Discover Scuba Diving” (el primer paso en la formación del buceo recreacional). Desde entonces, no ha dejado de explorar los cenotes y playas de Yucatán, encontrando en el buceo una pasión que va más allá de la superficie.

Cuando buceas, es como entrar a un universo paralelo, pues el mundo bajo el agua es completamente diferente al que vemos afuera. Los cenotes, con sus formaciones únicas, y el mar, con su diversidad de vida, me han regalado experiencias que cambian la manera en que veo el mundo, dice.

A sus 55 años, Arturo decidió cambiar el alcohol por el deporte, especialmente aquellos que combinan adrenalina y contacto con la naturaleza, como el ciclismo de montaña, la apnea en cenotes y, por supuesto, el buceo. Ahora, bajo el agua, encuentra un refugio personal: Bucear genera una mezcla de emociones: al principio hay adrenalina y un corazón acelerado, pero luego todo se transforma en calma y en un momento de paz donde me conecto conmigo mismo, comparte.

Yucatán, con su cercanía al mar, los cenotes y la Riviera Maya, ha sido el escenario perfecto para esta transformación. Arturo no sólo se ha convertido en un amante del buceo, sino también en un defensor de la vida marina y las aventuras responsables.

Si tienes la oportunidad de bucear, especialmente con tiburones, no lo dudes. Es una experiencia que cambia la perspectiva y te hace entender que el miedo muchas veces está basado en prejuicios. Los tiburones no son los villanos que hemos imaginado; son criaturas increíbles que merecen nuestro respeto, afirma con convicción.

Para Arturo, bucear con tiburones fue más que una aventura, fue un encuentro con la naturaleza en su forma más pura, una lección de humildad y una invitación a mirar bajo la superficie para descubrir un mundo lleno de vida y belleza.

¿Y tú? ¿Te atreverías a bucear entre tiburones?

(Foto: Phantom Divers)
Facebook
Twitter
LinkedIn