Con el material se crean desde suelas de zapatos y hasta biocombustible
Desde suelas de zapatos hasta materiales de construcción y biocombustible fueron algunos de los productos hechos con sargazo que presentaron empresas nacionales y extranjeras durante el Foro Nacional México-Unión Europea “Convertir el sargazo en una oportunidad”, realizado el 18 y 19 de julio en Cancún.
“Nosotros lo que hacemos es un material de construcción como es el aislante, sería lo que sustituye a la espuma de poliuretano, pero nuestro material lleva 85 por ciento de sargazo, no es combustible, el humo que emite no es contaminante. Por otro lado tenemos la tablaroca, es tres veces más resistente a la flexión que la tradicional, lleva 15 por ciento de sargazo y aparte tiene propiedades térmicas y acústicas incorporadas por el hecho de llevar las fibras de sargazo”, describió Ana Blasco, investigadora y directora técnica de la empresa Sarplac.
El laboratorio está ubicado en España, pero no fabrican, sino que están en busca de una empresa que quiera incorporar a su fórmula, que es totalmente verde, otros productos que incluso se pueden encontrar en el supermercado y que así disminuyan sus emisiones de CO2.
“Aquí en México se consume muchísima tablaroca, muchos metros cuadrados al año, entonces yo creo que estaríamos reduciendo 15 por ciento las emisiones de CO2 si introdujesemos el sargazo y es muy fácil y no tiene costos para ellos incorporar un tanque y añadir nuestra fórmula, los costos son mínimos y el material tiene el mismo precio, si no, no podríamos salir a mercado”, aseveró.
Por otro lado, la empresa Ocean Biosphere lo que genera es un manejo integral del sargazo, van desde recolección y transporte hasta disposición final y buscan lograr la transformación industrial del alga, convirtiéndola en composta.
Foto: Ana Ramírez
Un costal de composta de Ocean está conformado por 75 por ciento sargazo y el otro 25 por ciento son restos de carpintería y jardinería de hoteles, con un sustrato que no nada más es rico en nutrientes, sino totalmente inocuo y añaden microorganismos que se encargan de remover los metales pesados.
De esta manera se hace un proceso no nada más orgánico, sino 100 por ciento sustentable, que puede ser utilizado por paisajistas de hoteles; de hecho, algunos de los centros de hospedaje que utilizan el servicio de recolección de la empresa están en su esquema de economía circular y ellos les vuelven a vender la composta.
“Además queremos introducirla ya en el campo, hicimos pruebas y es totalmente inocua y además bastante eficiente para mejorar el rendimiento de tomate, papaya, melón y cebolla”, compartió Alejandro Mejía, director de biotecnología de Ocean Biosphere, que ya trabaja con 25 empresas: 23 son hoteles, una carpintería y un centro de disposición.
Por su parte, Mario Daniel López, director de Renovare, una empresa ecológica que crea productos con desechos orgánicos, en este caso sargazo, en León, Guanajuato, recordó que empezaron con suelas y ahora ya trabajan con el calzado en su totalidad, así como tapetes de yoga, sandalias, bloques de yoga y tablas para natación.
“Encontramos buenos socios comerciales con hoteleros y con personas que ya se dedican a la recolección. Estamos listos para empezar a fabricar, no tenemos una producción en serie aún, tenemos las pruebas piloto, las muestras y todo para empezar a vender, pero será bueno utilizar muchas toneladas”, apuntó.
Foto: Ana Ramírez
Así como estas empresas, hay otras que construyen ladrillos, que generan biocombustible y hasta cosmética, que lo único que piden ahora es una pronta regulación para que puedan facilitar la integración con inversionistas interesados en impulsar estas propuestas de productos.
Fuente: La Jornada Maya