El lugar es muy popular entre los turistas y aquellos que desean tener su boda en ese sitio.
Después de una larga espera y los daños sufridos por las fuertes lluvias, finalmente se completó la restauración de la iglesia de Tihosuco, ubicada en el municipio de Felipe Carrillo Puerto. Este proceso ha contribuido a atraer nuevamente el turismo, incluso a aquellos interesados en celebrar bodas en ese lugar.
«Fue gracias a las gestiones realizadas por las autoridades locales y la respuesta del INAH que se logró restaurar la parte frontal de la iglesia, que se había derrumbado debido a las condiciones climáticas. También nos pusimos en contacto con Sedetur para desarrollar proyectos», explicó Felipe Neri Dzidz Poot, representante de la Ruta de la Guerra de Castas en Maya Ka’an, el duodécimo destino turístico de Quintana Roo.
Además de la restauración de la parte colapsada, se ha realizado una pintura en toda la infraestructura, lo que ha mejorado la apariencia del recinto histórico en tan solo un mes. La comunidad busca que la iglesia, debido a su valor histórico, no sufra más modificaciones y solo se le brinde el mantenimiento necesario para su preservación.
Dzidz Poot relató que cuando los habitantes repoblaron Tihosuco en la década de 1930, se dieron cuenta de la necesidad de rehabilitar la iglesia. En ese momento, los párrocos implementaron estrategias diferentes, solicitando maderas resistentes en lugar de dinero para bautizos o bodas, con el fin de poder techear el edificio.
«En la iglesia, solo la parte donde se encuentra nuestro patrono estaba habilitada. Sin embargo, poco antes de la pandemia, sufrió un colapso debido a las lluvias y tardaron casi dos años en responder», agregó.
Desde su primera restauración, la iglesia se ha utilizado como espacio religioso por los católicos, donde se llevan a cabo bodas, bautizos e incluso misas para los quinceañeros. No solo los residentes locales aprovechan estas oportunidades, sino que también es visitada por personas de otros pueblos, estados e incluso países.
«De hecho, uno de los eventos más interesantes que hemos tenido como comunidad fue cuando llegó una pareja de otro país, aunque no recuerdo de dónde. Hubo mucho movimiento con autobuses, música y toda la gente de aquí vino a presenciar una boda única», compartió el entrevistado.
Tanto por el interés histórico como por la belleza de la comunidad y la propia iglesia, cada vez más personas de fuera muestran interés en celebrar eventos religiosos en el lugar y también aprovechan para visitar sitios como el Museo de la Guerra de Castas.
Con información de La Jornada Maya