Hace 66 millones de años un meteorito se estrelló contra lo que hoy son las costas de Yucatán, provocando una extinción masiva que significó una nueva forma de vida en todo el planeta
Por Francisco F. Gamboa
Durante la segunda mitad del siglo pasado, la empresa Petróleos Mexicanos realizó una gran campaña de exploración con métodos aeromagnéticos en diversas áreas del país, con el fin de encontrar posibles yacimientos de crudo. Como resultado de ese trabajo, en 1978, los ingenieros Antonio Camargo y Glen Penfield detectaron en costas y tierras yucatecas un enorme arco subterráneo de 70 km de radio con una simetría sorprendente.
Después de compararlo con el mapa gravitatorio de una investigación realizada en los años sesenta, que presentaba otro arco similar, encontraron que ambos forman una circunferencia de 180 km de diámetro cuyo centro se ubica cerca del puerto de Chicxulub. Tras detectar la presencia de iridio y luego de varios análisis isotópicos de diversas rocas obtenidas a lo largo de la periferia, se determinó que el anillo data del periodo Cretáceo, en otras palábras, de hace más de 65 millones de años.
La historia de la evolución de la vida detecta cinco grandes extinciones masivas, el cráter de Chicxulub es el vestigio de la quinta, que acabó con los dinosaurios y la mayoría de las especies. A su vez, está considerado como un gran laboratorio natural para obtener información sobre la evolución de la vida y, debido a que después del impacto quedó completamente cubierto, es el cráter mejor preservado en todo el planeta, pues incluso municipios como Mérida, Hunucmá, Progreso y Motul están construidos sobre éste.
Los cenotes tan característicos de la Península son un rasgo geológico derivado del impacto y de cómo se asentaron las estructuras pétreas de carbonato de calcio que conforman la plataforma peninsular, particularmente el famoso “anillo de cenotes”, que abarca el borde del cráter que se encuentra sobre tierra.
Hasta antes del descubrimiento de los ingenieros Camargo y Penfield, el impacto del meteorito era solo una de varias hipótesis sobre las causas de la quinta extinción masiva debido a que no se tenía conocimiento de un cráter con las dimensiones calculadas, es decir, de entre 150 y 200 km de diámetro. Sin embargo, hoy podemos afirmar y presumir orgullosos que nos encontramos de pie sobre el lugar donde todo comenzó de nuevo.
ENGLISH VERSION
After an exploration sponsored by Petroleos Mexicanos on the Yucatecan coasts in 1978, engineers Antonio Camargo and Glen Penfield found 70 km radius underground arches with surprising symmetries.
Following a series of analyzes of the rocks that made up the periphery of the arch, it was concluded that it dates from the Cretaceous period, that is, more than 65 million years ago.
This geological formation known as the Chicxulub Crater, was caused by the impact of a meteorite on earth and emerged as a vestige of the fifth mass extinction responsible for the disappearance of dinosaurs and other species. On the other hand, it is also attributed to the emergence of cenotes, due to their particular geological features that surround the crater ring.
Today we can proudly affirm and boast that we are standing on the place where life began once again.