Mérida, Yucatán, a 17 de julio de 2012.- Los restos mortales del compositor José Antonio Monís Zorrilla Martínez, autor de canciones como Usted, Bonita y Castigo y destino, finalmente descansarán en el Monumento a los Creadores de la Canción Yucateca.
Este hecho fue posible gracias al permiso de sus hijos José Antonio, Susana y Claudia Zorrilla para que su padre fuese trasladado a Mérida para un reencuentro con sus viejos camaradas, detalló duranteLuis Pérez Sabido, Presidente de la Sociedad Artística Ricardo Palmerín.
Las cenizas del poeta fueron llevadas al recinto de los creadores por sus nietos Daniela y Guillermo Martínez Zorrilla, Jimena Horteales Zorrilla y Brenda Zorrilla Duarte mientras se entonaba la canción Mi tierra, grabada en 1968 por la Orquesta Típica Yukalpetén.
Asimismo, Luis Pérez mencionó que es un honor recibir las cenizas de este gran poeta que ocupará el lugar 33 junto a otras grandes personalidades de la canción yucateca.
A su vez, José Antonio Zorrilla Ducloux, hijo del poeta, destacó que contrario a lo que se menciona que su padre regresó a Mérida, él jamás se fue pues junto con sus hermanos crecieron escuchando lo que fue la tierra de su papá, de las haciendas, de sus familiares y de sus grandes hermanos de amistad.
Para concluir su participación, leyó unas estrofas del poema El retorno, de la autoría de su padre, que escribió al regresar al Distrito Federal de las primeras vacaciones que realizaron en familia a Mérida.
Durante la ceremonia, se interpretaron las obras de José Antonio Zorrilla Martínez Invierno y Quiéreme, ambas con música de Arturo Escamilla, a cargo del trovador Tony Espinosa; Dulce ventura, con música de Javier Ruiz Rueda, y Letra imposible, con música de Gabriel Ruiz Galindo, por Judith Pérez Romero; mientras que la Mtra. Ligia Cámara cantó los temas Viva el amor y Usted, con acordes Gabriel Ruiz Galindo.
La ceremonia concluyó con la interpretación del tema Las golondrinas yucatecas, a cargo de todos los asistentes para despedir a José Antonio Monis Zorrilla Martínez.
