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Trastorno Límite de Personalidad: un trastorno no tan definido

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Trastorno Límite de Personalidad: un trastorno no tan definido

Por Axel Garcia Burgos

El trastorno límite de la personalidad (TLP) es una afección mental por la cual una persona tiene patrones prolongados de emociones turbulentas o inestables. Estas experiencias interiores a menudo los llevan a tener acciones impulsivas y relaciones caóticas con otras personas.

Causas

La causa del TLP se desconoce. Se cree que se relaciona con factores genéticos, familiares y sociales.

Los factores de riesgo incluyen:

  • Abandono real o miedo al abandono en la niñez o en la adolescencia
  • Vida familiar disociada
  • Comunicación deficiente en la familia
  • Abuso sexual, físico o emocional 

El TLP ocurre de igual manera en hombres y en mujeres, aunque las mujeres tienden a buscar tratamiento más a menudo que los hombres. Los síntomas pueden mejorar en o después de la mediana edad.

Síntomas

Las personas con TLP carecen de seguridad en cómo se ven a si mismas y en cómo son juzgadas por otros. Como resultado, sus intereses y valores pueden cambiar rápidamente. También tienden a ver las situaciones en términos extremos, o todo es bueno o todo es malo. Sus puntos de vista sobre otras personas pueden cambiar rápidamente. Una persona que luce admirable un día puede lucir despreciativa al siguiente día. Estos sentimientos súbitamente cambiantes a menudo llevan a relaciones intensas e inestables.

Ira

Las personas con trastorno límite de la personalidad tienen dificultades para controlar su ira y, a menudo, se muestran enojadas de forma inapropiada e intensa. Pueden expresar su ira con sarcasmo hiriente, amargura o diatribas airadas. Su ira se dirige a menudo contra amigos cercanos, parejas sentimentales, familiares y, a veces, contra los médicos, porque se sienten desatendidos o abandonados.

Después del arrebato, a menudo se sienten avergonzados y culpables, lo que refuerza su sentimiento de ser malos.

Personalidad cambiante

Las personas con trastorno límite de la personalidad tienden a cambiar su visión de los demás de forma abrupta y drástica. Por ejemplo, pueden idealizar a alguien al principio de la relación, pasar mucho tiempo juntos y compartirlo todo. De repente, pueden sentir que la otra persona no les quiere lo suficiente y desilusionarse. Entonces pueden menospreciar a esa persona o enojarse con ella.

Pueden sentirse dependientes durante un minuto y enfadarse por sentirse maltratados al minuto siguiente. Su actitud fluctúa en función de su percepción de la disponibilidad y el apoyo de los demás. Cuando se sienten apoyados, pueden mostrarse vulnerables y dependientes y, cuando se sienten amenazados o decepcionados, pueden enfadarse y menospreciar a los demás.

Las personas con trastorno límite de la personalidad también pueden cambiar de forma abrupta y drástica la imagen que tienen de sí mismos, algo que se manifiesta cambiando repentinamente sus objetivos, valores, opiniones, carreras profesionales o amigos.

Los cambios en el estado de ánimo suelen durar unas pocas horas y con muy poca frecuencia duran más de unos pocos días. Las personas con este trastorno son tan sensibles a los signos de rechazo o crítica en sus relaciones que su estado de ánimo puede cambiar.

Comportamiento impulsivo y autolesiones

Muchas personas con trastorno de personalidad actúan de forma impulsiva, lo que a menudo da lugar a autolesiones. Pueden apostar, practicar sexo de forma arriesgada, comer en exceso, conducir imprudentemente, presentar problemas de consumo de sustancias o gastar en exceso.

Los comportamientos relacionados con el suicidio, incluidos los intentos de suicidio, las amenazas y la autolesión (por ejemplo, cortarse o quemarse) son muy frecuentes. Aunque muchos de estos actos autodestructivos no pretenden acabar con la vida, el riesgo de suicidio en estas personas es 40 veces mayor que el de la población en general. Alrededor del 8-10% de las personas con un trastorno límite de la personalidad mueren por suicidio. Estos actos autodestructivos a menudo se desencadenan por el rechazo, el abandono percibido o la desilusión respecto a alguien cercano. Las personas también pueden autolesionarse para expresar sus sentimientos de ser malas o para revivir su capacidad de sentir cuando no se sienten reales o se sienten separadas de sí mismas (lo que se denomina disociación). A veces, las personas con trastorno límite de la personalidad se autolesionan para desviar la atención de las emociones dolorosas.

Pruebas y exámenes

El trastorno límite de personalidad se diagnostica sobre la base de una evaluación psicológica. El proveedor de atención médica valorará los antecedentes y gravedad de los síntomas de la persona.

Tratamiento

La psicoterapia individual puede tratar eficazmente el TLP. Además, la terapia de grupo algunas veces puede servir.

Los medicamentos tienen un papel menor al tratar el TLP que muchos otros trastornos mentales. En algunos casos, pueden mejorar los altibajos en el estado de ánimo y tratar la depresión u otros trastornos que se pueden presentar con este trastorno.

Expectativas (pronóstico)

Las perspectivas del tratamiento dependen de la gravedad de la afección y de si la persona está dispuesta a aceptar ayuda. Con la psicoterapia a largo plazo, la persona a menudo se mejora gradualmente.

Posibles complicaciones

Las complicaciones pueden incluir:

  • Depresión
  • Drogadicción
  • Problemas con el trabajo, la familia y las relaciones sociales
  • Intentos de suicidio y suicidio

Dr. Axel Garcia Burgos
Universidad Anáhuac Mayab

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