Page 29 - Revista Yucatán Mayo 2023
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Beatles hasta en los géneros más “cultos” como la ópera. Además, resulta curioso que una vez más se repite el mismo argumento que culpa a un producto de la cultura popular de las desgracias en turno, como ha ocurrido con los “nintendos”, los dibujos animados, y un largo etcétera; cuan- do debemos recordar que el arte es un reflejo de la sociedad que lo emana, no al revés, y en este caso, los principales exponentes de este nuevo género son personas que crecieron en medio de la guerra contra el narcotráfico, en un México que ha pasado de tener miedo, a normalizar e incluso romantizar la vida criminal.
En pocas palabras: una sociedad rota genera arte igual de –aparentemente- roto.
Asimismo, nos guste o no, dichas líricas con- troversiales son parte de la identidad mexicana, herencia de aquellos corridos de la revolución que celebraban los actos de los bandoleros y que han estado presentes hasta en las canciones de los ídolos más grandes de la música mexicana, como es el caso de La Martina de Antonio Aguilar que, si prestan tantita atención, es básicamente
la justificación de un feminicidio; una vez más, son canciones que reflejan parte del pensamiento de la sociedad que las emana.
Dicho sea de paso, es importante aclarar que el presente no pretende ser un ejercicio de convenci- miento para que todo mundo escuche corridos tum- bados. No obstante, considero que es más valioso tener un panorama mucho más amplio de los fenó- menos culturales que ocurren en la actualidad en lu- gar de simplemente denigrarlos y hasta demonizarlos desde el desconocimiento y la arrogancia.
Y en cuanto a lo musical, francamente no es lo mío ni algo que yo pondría por voluntad propia, pero en realidad tiene lo suyo gracias a esa mezcla de los ele- mentos urbanos y regionales; así también, considero normal que genere repelús entre la gente que supera los treinta años pues, al final, no deja de ser un pro- ducto comercial pensado para un target muy especí- fico. Si me lo preguntan, considero que es música que tal vez va bien para acompañar algún momento de una fiesta o carne asada y no, honestamente no creo que sea la peor música que se ha escrito, verdadera- mente hay cosas peores:
Garibaldi, por ejemplo.
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