Page 20 - Revista Yucatán Marzo 2023
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Inmersos en la selva, la palabra cenote viene del maya dzo- not (abismo u hoyo) y conservan cientos de leyendas. Yucatán
alberga más de 10 mil, que han servido como fuente de abasto de agua desde tiempos de los antiguos mayas, quienes los considera-
ban como entrada al inframundo y hoy, tenemos la dicha de poder refrescarnos en estos tesoros de la naturaleza.
Situado en el municipio de Chocholá, no solamente es uno de los cenotes más bellos y seguros de Yucatán, también es uno de los pocos posibles de visitar en horario nocturno. San Ignacio, además, ofrece servicios como cenas románticas, hospedaje o sus singulares bodas mayas, pues han adaptado los escenarios naturales con toques sutiles de iluminación y decoración para convertir esos momentos mágicos en memorias inolvidables.
Este parador turístico del pueblo de Cuzamá acoge tres cenotes: Chan Ucil (Mosco pequeño), bajo una caverna, donde podrás observar las estalactitas y estalagmitas; Chac Cinic Ché (Hogar de la hormiga roja), de tipo semi abierto, cuya iluminación natural tizna el agua de colores azulinos; y Bolom Chojool (Nueve hoyos de ratón), con un pa- norama impresionante. Un detalle particular es que el acceso es sobre un “Truck”, un viejo medio de transporte empleado para trasladar las pencas de las haciendas yucatecas.
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