Page 28 - Revista Yucatán Agosto 2022

Ricardo Ragués
Una vida en versos y armonías
Por Melissa Ishbel
Material fotográfico, cortesía de la familia Ragués
El tiempo que Ricardo había pasa- do frente a un piano era apreciado y aplaudido por varios ojos y oídos sorprendidos, todos los días. Ricardo
comprendió desde muy niño la lógica oculta de la melodía, haciendo de este instrumento su ju- guete y también un escaparate a la vida... tomó clases con el Mtro. Rubén González, fundador del Buenavista Social Club y, así, heredó parte de la vieja escuela cubana, esa cepa nutrida con el apogeo cultural e intercambio de ideas entre la isla y sus países vecinos.
Habían pasado ya varios años desde que dejó su tierra y emigró a México para estable-
cerse en la ciudad de Mérida; esos años noven- ta donde, contaba él, faltaba poco para que las personas bailaran los merengues de Juan Luis Guerra en los salones y que ellos, recién lle- gados a la escena musical de la ciudad, iban introduciendo poco a poco, adelantándose al ritmo de la novedad.
En uno de esos sitios, ya en el nuevo mile- nio y en labor de trabajo, fue donde tuve el gusto de conocerlo; notaba cómo de ese hilo de anécdotas que él colocaba en lo alto de su memoria, otros músicos colgaban también sus recuerdos, sentándose uno junto al otro todas las tardes afuera de La Negrita mientras veían caer el sol, esperando el momento de subir para tocar la tanda siguiente.
El Son de la loma sonó más allá de su fron- tera; en el exilio, las canciones viajaron y se acoplaron a otras voces, géneros y perspecti-
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