Page 21 - Revista Yucatán Agosto 2021
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en una población, la protección que la vacuna confiere a cada individuo evita la dispersión de la enfermedad e incluso podemos aspirar a su eliminación o erradicación, como ha ocurrido con la viruela, que al día de hoy, ya no existe en ninguna parte del mundo. Ahora, es importante saber que hay personas que no pueden recibir ciertas dosis debido a varios factores como pue- den ser la edad, alguna enfermedad que estén presentando, alergias o si están usando algún medicamento cuyos efectos “choquen” con los de la vacuna; si tenemos la suficiente población inoculada para generar el efecto rebaño, los es- taremos protegiendo.
Por ejemplo: si en tu casa hay un bebé de 5 meses, habrás observado que la primera dosis deSRPletocaalañodevida,porloqueel bebé es susceptible a enfermarse de sarampión, rubéola o parotiditis si llegase a tener contacto con alguna de ellas, por lo tanto, mientras más personas estén protegidas menor será el riesgo para tu hijo o hija.
Y aunque los logros de las vacunas son mara- villosos, alentadores y tenemos la esperanza de un mundo libre de enfermedades contagiosas, lo ganado es muy frágil y corremos el enorme peligro de un retroceso; esto lo estamos viendo con el número de niños inmunizados, cifra que ha disminuido drásticamente debido al temor
que tienen los padres de llevar a sus hijos a los centros de salud y que terminen contagiados de Covid-19. Sin embargo, el no vacunarlos re- presenta un riesgo aún mayor.
Ya hemos experimentado enfermedades consideradas como “enfermedades del pasa- do” como ocurrió en el 2020, donde tuvimos cerca de 200 casos de sarampión en México. Ciertamente, no podríamos imaginarnos el im- pacto de otras epidemias en el marco de esta sofocante pandemia que atravesamos; estoy segura que no te gustaría que la ausencia de un fármaco te pusiera en riesgo a ti o a tu familia.
Es probable que las clases presenciales ini- cien pronto y con ello se incrementará el inevi- table contacto entre los grupos de edad que más riesgo tienen de contraer enfermedades infecto-contagiosas. Pongamos al día a nues- tros niños en los esquemas de vacunación de rutina y evitemos enfermedades, muertes o dis- capacidades. ¡Es algo que está en nuestras ma- nos y conocemos cómo evitarlas!
Aunque ya se haya pasado la fecha de una vacuna, o la cartilla se hubiese perdido o no se haya aplicado ninguna dosis, hay forma de po- nerse al día. Acércate al pediatra de tu familia, él o ella sabrá orientarte para que tus hijos es- tén correctamente inmunizados.