Page 14 - Revista Yucatán Agosto 2021
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AGOSTO
Cerca de las vías del tren, entrando al pue- blo, vale la pena bajar la ventanilla del auto y oler la madera mojada y las chimeneas encendi- das; es una suerte de otoño perene, de verano fresco. En Pátzcuaro todo es blanco y rojo; el moho corre por sus tejados, lo mismo que por las calles y, de repente, desde el Santuario de la Virgen de la Salud se vislumbra el lago y en su centro, Janitzio y el Morelos.
Este Pueblo Mágico se encuentra a una hora de Morelia, capital de Michoacán y junto con otros pueblos, bordea el Lago de Pátzcuaro, bastión principal de los purépechas en la épo- ca prehispánica. Su encanto no solo radica en la riqueza de su arquitectura y paisajes, sino también en su gastronomía, sus artesanías y la cercanía que comparte con otros sitios de inte- rés igualmente hechizantes: Tzintzuntzan, Santa Clara del Cobre, Zirahuén, entre otros.
Llegar a Pátzcuaro es sencillo, lo complica- do es que uno quiera salir por voluntad propia de ese pedacito de paz en la tierra. Mi consejo es hospedarse en uno de los hoteles del centro para disfrutar de caminatas largas y tranquilas; hay para todos los presupuestos: San Rafael (económico), Los Escudos (medio), El Naranjo (alto) o bien, en la Posada Basílica, que se en- cuentra frente al templo de Nuestra Señora de la Salud; este último hotel se encuentra aún en la zona céntrica, pero lejos de su regular bulli- cio y además posee una vista increíble del lago, sobre todo desde su restaurante panorámico.
Una vez establecido en el hospedaje, lo si- guiente es darse un tiempo para caminar so- bre el empedrado sempiternamente húmedo. No importa la época del año en la que decidas realizar tu visita, lleva siempre impermeable y zapatos cómodos para caminar y -muy proba- blemente- pisar algunos charcos. Lo primero es darse una vuelta por los portales de la plaza Vasco de Quiroga y si es por la tarde, aprove- cha para tomarte un cafecito o un chocolatito caliente en La Surtidora o El Naranjo.
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